El gobierno habilitó la compra de armas semiautomáticas: alerta por los riesgos

El Ejecutivo nacional modificó la regulación vigente desde 1995 y permitirá a usuarios con permisos especiales acceder a armamento semiautomático con fines deportivos. La decisión genera debate por su impacto en la seguridad pública.

Jun 19, 2025 - 10:11
Jul 5, 2025 - 14:57
El gobierno habilitó la compra de armas semiautomáticas: alerta por los riesgos

En una medida que marca un giro sustancial en la política de control de armas, el Gobierno de Javier Milei habilitó a los civiles a adquirir y poseer armas semiautomáticas de uso militar bajo un régimen de "control especial", con autorización de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC). La decisión fue formalizada a través del Decreto 397/2025, publicado este miércoles en el Boletín Oficial.

El nuevo régimen autoriza a los "legítimos usuarios" a comprar y mantener armas semiautomáticas alimentadas con cargadores desmontables, como fusiles, carabinas o subametralladoras de calibre superior al .22 LR, siempre que se acredite su uso en actividades deportivas y se cumplan con una serie de requisitos establecidos por el organismo de control.

La norma, que lleva las firmas del presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, deroga parcialmente una prohibición impuesta durante el segundo mandato de Carlos Menem, que restringía la tenencia civil de este tipo de armamento, salvo contadas excepciones.

Según argumenta el decreto, "habiendo transcurrido más de treinta años, resulta necesario reevaluar los mecanismos dispuestos para controlar este tipo de armas", al tiempo que se busca lograr un “equilibrio” entre el derecho de los usuarios a adquirirlas y la necesidad de garantizar la seguridad pública.

A partir de esta modificación, la ANMAC —bajo la órbita del Ministerio de Seguridad— podrá emitir autorizaciones especiales a civiles para que accedan a este tipo de armas, en función de su trayectoria como tiradores deportivos y cumpliendo con “condiciones objetivas” que aún deberán ser reglamentadas.

La diferencia técnica entre las armas semiautomáticas y las automáticas es clave para comprender el alcance de la medida: las primeras disparan una sola vez por cada presión del gatillo, reutilizando parte de la energía del disparo para recargar un nuevo cartucho; las automáticas, en cambio, pueden realizar múltiples disparos en ráfaga con solo mantener presionado el gatillo, motivo por el cual están sujetas a controles más estrictos.

La decisión reaviva el debate sobre el acceso civil a armas de mayor poder de fuego en un contexto de creciente preocupación por los índices de violencia y criminalidad. Mientras el Gobierno promueve una mayor libertad individual como eje de su política de seguridad, especialistas advierten sobre los riesgos de ampliar la disponibilidad de armas en la sociedad.