Del Potro, a corazón abierto: "Me siento atrapado en un cuerpo que no me responde"
El exnúmero 1 del tenis reflexionó sobre los problemas de salud que sufre tras su retiro. En pocos días se despedirá definitivamente con un partido frente a Djokovic.

A pocos días de enfrentarse a Novak Djokovic en un partido de exhibición en el Parque Roca, el extenista argentino Juan Martín del Potro compartió un emotivo video en sus redes sociales. Con sinceridad brutal, el campeón del US Open 2009 reveló el sufrimiento físico y emocional que arrastra desde la lesión que marcó el fin de su carrera profesional en 2019. "Me siento atrapado en un cuerpo que no me responde", confesó con la voz entrecortada.
Del Potro recordó el duro camino que comenzó tras su último partido oficial, contra Federico Delbonis. "Al día siguiente tomé un avión a Suiza y me volví a operar la rodilla. Fue mi quinta cirugía. Pasé dos meses encerrado en un pueblo cerca de Basilea, me operaron, hice rehabilitación, y no funcionó. Me infiltraron, me sacaron tendones, me quemaron nervios... Un sufrimiento diario", relató el tandilense, quien desde la lesión en el torneo de Queen’s nunca pudo volver al circuito en plenitud.
El impacto de la lesión no se limita al plano deportivo, sino que afecta cada aspecto de su vida diaria. "Mi vida cotidiana no es la que deseo. Era un tipo muy activo, que disfrutaba hacer deporte. Me quitaron la ilusión de hacer lo que más me gustaba: jugar al tenis. Es muy difícil tener que fingir estar bien las 24 horas", expresó con crudeza.
Del Potro también detalló el desgaste físico y mental que enfrenta diariamente. "Me levanto y tomo entre seis y ocho pastillas: un protector gástrico, un antiinflamatorio, un analgésico, y una para la ansiedad. Cuando me invitan a jugar al fútbol, soy el que lleva el mate y se queda afuera. En el pádel, soy el que graba los videos. No está mal, pero después de haber sido el centro de la cancha, es un golpe muy duro", explicó.
Entre las alternativas médicas que evalúa, los especialistas le han sugerido optar por una prótesis para mejorar su calidad de vida, pero Del Potro aún duda. "Me dicen que me deje de joder y me ponga una prótesis. Desde los 31 años no corro, no subo escaleras, no puedo patear una pelota… ¿Voy a pasar 15 años más así? Es una decisión difícil. Me dicen que a los 50 viviré bien, pero ahora me siento atrapado en un cuerpo que no me corresponde", reflexionó con evidente angustia.
El testimonio de Juan Martín del Potro, además de conmover a sus seguidores, expone las cicatrices invisibles que deja la alta competencia. En su caso, un cuerpo maltrecho que no solo le arrebató su carrera, sino también parte de su identidad.