Investigación a la jueza Makintach por posible vínculo con un documental sobre el juicio por la muerte de Maradona
La magistrada Julieta Makintach, parte del tribunal que juzga las circunstancias de la muerte de Diego Maradona, es investigada por un presunto vínculo con la producción de un documental sobre el juicio. La denuncia de los abogados de la familia del exfutbolista encendió las alarmas sobre posibles irregularidades que podrían afectar la validez del proceso.

La jueza Julieta Makintach, integrante del tribunal que lleva adelante el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, se encuentra bajo investigación por un posible vínculo con la preproducción de un documental sobre el proceso judicial. La magistrada, que fue sumada al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro, negó haber favorecido a ninguna productora audiovisual y aseguró que las grabaciones en la sala de audiencias responden a las autorizaciones de la Suprema Corte de Justicia bonaerense.
La investigación se abrió tras una denuncia presentada por los abogados Fernando Burlando y Mario Baudry, representantes legales de Dalma y Gianinna Maradona y de Verónica Ojeda, respectivamente. En el escrito, solicitaron que se investigue la presunta existencia de contactos y negociaciones con productoras para la realización de un documental, sin conocimiento ni consentimiento de las partes intervinientes. Las fiscales Carolina Asprella y Cecilia Chaieb están a cargo de la causa y ya comenzaron a recolectar pruebas.
El hecho que detonó el escándalo ocurrió durante una de las audiencias, cuando el abogado Julio Rivas —defensor del neurocirujano Leopoldo Luque, uno de los siete imputados— recusó a Makintach. Rivas fundamentó su planteo en lo que consideró una actitud inquisitiva de la jueza durante los interrogatorios, y mencionó que fue entrevistado por una supuesta productora vinculada a la BBC que estaría registrando el juicio. Según su relato, esto atentaría contra la imparcialidad e independencia del proceso.
En respuesta, la jueza reconoció haber autorizado el ingreso de una pareja al recinto, aclarando que se trata de una amiga de la infancia y un escritor aficionado a Maradona. Ambos negaron pertenecer a la BBC. No obstante, una oficial de policía declaró bajo juramento que estas personas afirmaron haber sido autorizadas por la propia jueza para presenciar las audiencias.
Otro punto que generó suspicacias es el vínculo familiar de Makintach: su hermano es director ejecutivo de Pegsa Group, productora propiedad del exrugbier Agustín Pichot. Aunque la magistrada negó cualquier relación entre su hermano y el juicio, y Pichot desmintió públicamente que su empresa esté desarrollando un documental sobre el caso, los denunciantes pidieron que se investigue si existe algún nexo entre Pegsa y las personas autorizadas a ingresar.
“Absuelvo cuando tengo que absolver y condeno cuando se tiene que condenar”, sostuvo la jueza, quien aseguró no haber incurrido en ninguna conducta irregular. “Con todos soy igual”, agregó, al defender su accionar en el marco del proceso.
Sin embargo, fuentes judiciales advierten que, de encontrarse pruebas que la vinculen directamente con la realización del documental, la recusación sería casi inevitable. En tal caso, la continuidad del juicio podría verse seriamente comprometida, ya que la falta de integración del tribunal implicaría la nulidad del proceso. Dado que los otros jueces ya participaron de las audiencias, no podrían ser parte de un eventual nuevo juicio, lo que pondría en riesgo todo el desarrollo del debate.
La investigación continúa y las fiscales evalúan nuevas medidas probatorias para determinar si existió una coordinación irregular entre la jueza y eventuales productores audiovisuales. La transparencia del proceso judicial por la muerte del astro del fútbol mundial queda ahora bajo una delicada lupa.