Buenos aires bajo fuego: ola de calor, apagón y colapso
La temperatura superó los 44º de térmica y más de 600 usuarios estuvieron sin luz. No funcionaron semáforos, subtes y otros servicios durante gran parte del día. Descontrol en las calles y desesperación en las estaciones.

La ciudad de Buenos Aires vivió una jornada caótica este miércoles, en medio de una ola de calor extremo y un apagón masivo que afectó a más de 600.000 usuarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Con una sensación térmica que superó los 44 grados a las 15 horas, el colapso del sistema eléctrico generó una crisis que paralizó gran parte de la actividad urbana.
Temperatura récord y caos en las calles
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) registró una de las jornadas más calurosas del año, con temperaturas que pusieron al límite a los porteños. En plena hora pico, la falta de suministro eléctrico dejó sin funcionamiento a semáforos, subtes y múltiples servicios esenciales. La línea B de subterráneos fue la última en restablecerse, mientras que las paradas de colectivos desbordaban de pasajeros sin opciones de movilidad.
“Hace dos horas que esto parece una escena de 'El día después de mañana'. Es el descontrol absoluto”, comentó Pancho, encargado de un comercio en la intersección de Corrientes y Billinghurst, reflejando la desesperación de comerciantes y peatones ante la crisis.
Apagón masivo: comercios y servicios en jaque
El corte de energía impactó gravemente en los negocios de la zona de Abasto y Almagro, donde los generadores eléctricos se convirtieron en un recurso imprescindible para evitar la pérdida de mercadería. “Tenemos mucha medicación que necesita refrigeración y, sin saber cuánto durará el apagón, decidimos instalar un grupo electrógeno”, explicó Brian, empleado de una farmacia en Corrientes y Salguero.
Los comercios de alimentación también sufrieron las consecuencias. “Tuvimos que vaciar las heladeras y mover los productos al freezer para evitar pérdidas millonarias”, explicó Abel, un carnicero de la zona. En tanto, las heladerías optaron por no vender para preservar la cadena de frío, generando frustración entre los clientes.
El transporte, al borde del colapso
El apagón dejó fuera de servicio el sistema de semáforos, lo que provocó un caos vehicular en el centro y zonas aledañas. En la intersección de 9 de Julio y Avenida de Mayo, un solo agente de tránsito intentaba ordenar el flujo de autos y peatones, mientras los colectivos avanzaban en medio de la anarquía.
“¿Cómo hago para subir? Parece ganado”, se quejó un pasajero que esperaba el colectivo en Corrientes y Salguero. La falta de transporte llevó a que muchas personas caminaran largas distancias bajo un calor extremo.
Emergencias y explosiones por el calor
A la crisis energética se sumó un incidente en pleno microcentro. Cerca de las 15 horas, una fuga de gas en la intersección de Carlos Pellegrini y Juan Domingo Perón hizo contacto con cables de media tensión y provocó explosiones. Una persona sufrió quemaduras en el rostro y tuvo que ser trasladada al Hospital Argerich.
Mientras tanto, las personas en situación de calle intentaban refugiarse del calor en locales con aire acondicionado. “Nos llenamos de gente que entra y se queda sin consumir, pero los entiendo”, comentó resignado un empleado de una cafetería.
Luz intermitente y una ciudad que no se recupera
Cerca de las 16 horas, la electricidad comenzó a restablecerse en algunos sectores, pero con incertidumbre. “Esto es como el VAR en el fútbol, hay que esperar la confirmación antes de festejar”, bromeó un comerciante. Sin embargo, en muchas cuadras la energía aún no volvía y la desesperación continuaba.
A medida que los semáforos recuperaban su funcionamiento, los conductores ironizaban con aplausos y bocinazos, mientras los peatones intentaban recuperar la rutina en una ciudad que aún no salía del caos. La jornada, marcada por el calor extremo y la falta de electricidad, dejó en evidencia la fragilidad del sistema eléctrico en momentos críticos.